martes, 28 de septiembre de 2010

Quien puede culparnos




Creo que nadie puede culparnos por querer soñar con finales felices, con romances, con historias que nos hagan sentir y que sobre todo nos emocionen. Es por ello que a las mujeres nos gusta el género histórico romántico, y justamente eso es lo que nos define, el género.
Ante un mundo adverso, porqué no soñar?, porqué negarnos la posibilidad de imaginar que la vida es mucho más fácil sin que uno se lo proponga, ojo sin dejar de saber que por lo general nuestras heroínas para llegar al estado total de felicidad han tenido que sufrir y mucho. Pero lo mejor de todo esto, es la posibilidad de enamorarse todo el tiempo de los distintos hombres que componen los personajes de las novelas. Diversidad. Eso es lo bueno, porque son distintos, rubios, morochos, protectores, celosos, amables, intratables, codiciosos, amorosos.
Nos podemos ir a dormir, si es que el libro permite apagar la luz en algún momento, sumamente enamoradas de un personaje y con apenas una diferencia de horas volver a enamorarnos de otro completamente distinto que el del día anterior.
Ahora, si a todo esto le sumamos un contexto histórico, donde seguramente nos hubiese gustado estar, se torna todo perfecto.
Gracias Jane Austen, Elizabeth Gaskell, Florencia Bonelli, Gabriela Margall, Gloria V. Casañas, Cristina Bajo, Cristina Loza, Ángeles Mastretta y tantas otras autoras que contribuyen con sus hermosas novelas a satisfacernos con este tipo de lectura.